En primer plano, un instrumento de medición fijado al suelo y, detrás, un impresionante paisaje de rocas, volcanes y picos nevados.

Sensor GPS de medición geodésica instalado en el volcán Cotopaxi, en los Andes ecuatorianos

© Paul Jarrin

400 súper GPS localizan futuros terremotos en el norte de los Andes

Updated 18.09.2024

Los investigadores utilizan datos de satélite para cartografiar los riesgos sísmicos en los Andes, lo que ayuda a orientar las políticas públicas.

El Santo Grial de todos los sismólogos: saber con suficiente antelación cuándo se van a producir grandes terremotos para poder proteger a la población. Hasta ahora, nadie ha podido predecir con exactitud cuándo se producirán estos cataclismos. No obstante, los estudios llevados a cabo por el IRD y sus sociosInstituto Geofísico - Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) e Instituto Geográfico Militar (IGM), Ecuador, y Servicio Geológico Colombiano (SGC), Colombia.1 en los Andes del Norte permiten identificar las zonas en las que se producirán los sismos más peligrosos.
 

Continúan las labores de rescate dos días después del violento terremoto de 206 en el Ecuador.

© Paul Jarrin

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“Esta región, que atraviesa Ecuador, Colombia y Venezuela, es propensa a los seísmos, tanto a lo largo de la costa del Pacífico como en tierra firme”, explica Jean-Mathieu Nocquet, geofísico del IRD en Geoazur. “Se trata de una zona donde interactúan varias placas tectónicas importantes: la placa Sudamericana, la placa del Caribe al norte y la placa del Pacífico, conocida como placa de Nazca, al oeste”. Se conoce la localización de las fallas activasUna falla es una fractura de la corteza terrestre que se produce cuando hay un desplazamiento entre dos bloques de roca. Se dice que está activa cuando puede generar un sismo en la época actualque discurren en la interfaz de estas placas, así como el funcionamiento de ciertos segmentos de subducción Proceso de hundimiento de una placa bajo otra, a menudo una placa oceánica bajo una continental, en un contexto de convergencia de placasa lo largo de las costas. Pero, por primera vez, los científicos han podido describir el movimiento de estas fallas y la deformación de la corteza terrestre.

Desde varios milímetros hasta un centímetro al año

 

Estación geodésica basada en mediciones GPS, instalada en Quito (Ecuador) para la observación de fallas.

© Paul Jarrin

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Para observar el desplazamiento de la litosferaCapa exterior de la corteza terrestre formada por placas móvilesproducido por la colisión de placas, los expertos utilizan sistemas GPS desde hace veinte años. Se trata de instrumentos de alta precisión que pueden medir los movimientos con una precisión milimétricaUtilizando todos los sistemas globales existentes de navegación por satélite (GNSS): el GPS estadounidense, el Galileo europeo, el GLONASS ruso y el BeiDou chino.1. Estos dispositivos se fijan a la roca, ya sea de forma permanente para un registro continuo, o de forma puntual en el contexto de campañas geodésicas Relacionadas con el estudio y la determinación de la forma y magnitud de la Tierra. ].  “Hemos volcado en una base los datos de una red de 400 puntos de observación GPS, distribuidos desde la costa peruana hasta la costa caribeña, para elaborar una representación dinámica de las deformaciones en curso”, explica Paul Jarrin, geofísico ecuatoriano.
 

El terremoto de 206 en Ecuador causó grandes daños, incluida la destrucción de muchos hoteles en la ciudad costera de Pedernales.

© Paul Jarrin

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El análisis de esta densa red revela la estructura y el funcionamiento de la litosfera de la zona: la pequeña placa tectónica que se extiende en la región, conocida como bloque norandino, se desplaza a un ritmo de un centímetro por año, movimiento responsable de los violentos seísmos de magnitud 6 o superior que han sacudido Ecuador, Colombia y Venezuela en los últimos años. Además, el bloque norandino está fragmentado a su vez por fallas activas más pequeñas. Estas se mueven unos pocos milímetros al año, pero también podrían provocar sismos de gran magnitud, sobre todo cerca de zonas densamente pobladas.

Acumulación de energía
 

Ubicado en una zona de interacción entre las grandes placas tectónicas de Nazca, Suramérica y Caribe, con fallas activas y frentes de subducción costeros, el bloque norandino se encuentra a su vez fragmentado por fallas activas de menor tamaño.

© IRD-DCPI - Laurent Corsini

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El registro de la velocidad de las diferentes fallas activas proporciona un mapa preciso de las zonas donde se acumula la energía generada por la convergencia de placas. “Ahí es donde es más probable que se produzcan los futuros terremotos”, explica Jean-Mathieu Nocquet. “Y esta información es inestimable para orientar las políticas públicas de prevención de riesgos”. Ya sea para endurecer las normas de construcción antisísmica, crear planes eficaces de actuación en caso de emergencia o concienciar a la población…
 

Los Andes septentrionales, bordeados por varias placas en movimiento y ubicados al mismo tiempo sobre un bloque móvil y fragmentado por fallas activas, son escenario de una intensa sismicidad.

© Paul Jarrin

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Finalmente, este trabajo confirma la hipótesis de la subducción de la placa del Caribe bajo la del continente suramericano, al noroeste de Colombia. “A pesar de que este fenómeno es altamente sismogénico, no hay constancia de ningún evento sísmico en la zona en los últimos cinco siglos. Esto significa que los movimientos son lentos y se producen en escalas temporales anteriores a los registros históricos”, afirma Jean-Mathieu Nocquet. “Estos resultados no confirman si existe un peligro derivado de la acumulación de energía, pero demuestran que es importante llevar a cabo más investigaciones en esta zona para averiguarlo”.