Los pesticidas aumentan la producción agrícola, pero también tienen efectos indeseables para el medioambiente y la salud.

© Pascal Pineau

Alerta por plaguicidas en el Perú

Resumen

I like

10

Como exportador de productos agrícolas, el Perú autoriza el uso de plaguicidas. Sin embargo, un estudio llevado a cabo por científicos del IRD arroja altísimos niveles de contaminación entre las poblaciones de los Andes centrales del país. También establece una conexión entre los mayores índices de contaminación y las zonas geográficas en las que se emplean estos productos.

Bloc de texte

El Perú es el principal exportador mundial de arándanos, espárragos frescos, plátanos ecológicos y quinua. Ocupa el segundo lugar en café ecológico y aguacates. Aunque estos productos están sujetos a estrictas normas sanitarias por parte de los países importadores, no ocurre lo mismo con todos los productos destinados al mercado nacional. Las autoridades sanitarias animan a la población a “comer cinco porciones de frutas y verduras al día”. Para mantener un buen rendimiento en sus explotaciones, los agricultores utilizan pesticidas. ¿Cuáles son los riesgos que ello conlleva? “Muchos artículos señalaban ya la contaminación ambiental generada por estos productos, pero lo que nos preocupaba era que estos estudios no medían la exposición directa de los seres humanos”, explica Stéphane Bertani, biólogo molecular y coautor de un reciente estudio que evaluó la contaminación en personas de los Andes centrales del Perú.

12 residuos de plaguicidas 

Los resultados son alarmantes, como revela el científico: "Nos sorprendió tanto el número como las cantidades de plaguicidas que hallamos". 

Clasificación de la población peruana según los tipos de plaguicidas detectados: zonas rurales o urbanas en el anillo más externo, y hacia dentro, la contaminación por insecticidas, fungicidas y herbicidas.

© J. Honles & C. Clisson et al.

Bloc de texte

En las muestras de pelo tomadas, el equipo identificó una media de doce plaguicidas por individuo. A título comparativo, las muestras tomadas en Francia y Laos revelaron la presencia de tres y dos pesticidas, respectivamente. La diferencia es aún mayor en las cantidades medidas: 1496 picogramos (10-12 g) por miligramo de pelo en el Perú, frente a 114 en Francia y 17 en Laos.

Estos resultados son fruto de una campaña de campo y un análisis químico sin precedentes. “Había que encontrar un equilibrio entre el número de personas a muestrear y el número de moléculas a investigar. Tomamos muestras de 50 personas, la mitad de las cuales vivían en ciudades y la otra mitad en el campo. Buscamos 170 pesticidas o sus metabolitosCompuestos resultantes de la degradación de un producto por el metabolismo. 170 moléculas en 50 personas es mucho”, explica el biólogo. 

Mayor exposición en el campo, pero sin relación con el agua

Los investigadores también estudiaron la relación entre las zonas de residencia y los niveles de contaminación. Jorge Honles, estadístico del Laboratorio Mixto Internacional - LOAM (Laboratorio de Oncología Antropológica Molecular y Virus Oncogénicos) y primer autor del estudio, explica el método original empleado: “Por un lado, elaboramos un mapa con los datos geográficos donde vivían las personas de nuestra muestra y, por otro, los datos sobre la densidad de uso de plaguicidas. Mediante un algoritmo, detectamos una correspondencia entre el nivel de contaminación y el uso de pesticidas. Y es en las zonas rurales donde hay una mayor exposición”, aclara Jorge Honles. “El mayor riesgo de exposición a plaguicidas tiene que ver con ingerir alimentos recogidos directamente del campo sin una descontaminación eficaz, como el lavado con agua o la inmersión en soluciones salinas”.   

Según el censo agrario de 2012, el 88 % de los agricultores peruanos utilizan plaguicidas con regularidad.

© Pascal Pineau

Bloc de texte

La publicación cuestiona estudios anteriores sobre la contaminación por plaguicidas en el Perú. “Los trabajos anteriores señalaban sobre todo una contaminación a través de las fuentes de agua, es decir, una contaminación difusa. Sin embargo, los mapas que hemos obtenido sugieren que el parámetro ‘agua’ no tendría un impacto directo”, apunta el estadístico.

Esta publicación es una primera señal de alarma sobre los posibles efectos en la salud de las poblaciones. Algunos de los plaguicidas sí presentan un riesgo cancerígeno. Los científicos también cuestionan el tipo de los plaguicidas identificados: algunos están prohibidos desde hace tiempo. “Quizás la lenta biodegradabilidad incida en el caso de los plaguicidas que se han prohibido hace poco”, comenta Stéphane Bertani. “Pero otros se prohibieron hace varias décadas, por lo que estaríamos ante un uso no autorizado”. Este estudio demuestra que es esencial seguir investigando para tener un mejor conocimiento sobre la contaminación de las poblaciones por plaguicidas y asesorar a los responsables de la toma de decisiones para que adopten medidas de salud pública basadas en evidencias científicas.